Tipos de testamento en España: guía clara para elegir

abierto, cerrado y ológrafo: requisitos, ventajas y errores comunes. Descubre qué testamento te conviene y cómo evitar impugnaciones.

Eduardo Luis De Madariaga y Tremps

9/7/20256 min read

Tipos de testamento en España: guía clara para elegir y no equivocarte

Qué es un testamento y cómo encaja en el Código Civil

Un testamento es la declaración de última voluntad por la que designas herederos, legados y reglas de reparto para cuando faltes. En España, la regla de oro es simple: vale lo que está escrito y formalizado conforme a la ley… y lo que respeta las legítimas (la parte mínima reservada por ley a determinados familiares). Por eso, más que pensar en “plantillas”, me gusta que mis clientes entiendan qué opciones tienen y cuándo conviene cada una.

En la práctica, verás dos grandes familias:

  1. Testamentos comunes: abierto, cerrado y ológrafo.

  2. Testamentos especiales: militar, marítimo, y hecho en el extranjero (más los supuestos excepcionales de peligro de muerte o epidemia).

Aclaración útil: el llamado “testamento vital” o documento de voluntades anticipadas no es un testamento sucesorio; regula cuidados sanitarios y decisiones médicas si no puedes expresar tu voluntad. Suele convivir con el testamento (mortis causa), pero no lo sustituye.

Quién puede testar y quién no

Puede testar quien tenga capacidad y voluntad suficientes. Con el notario, esa capacidad se verifica el día del otorgamiento. En ológrafos y especiales, la capacidad y la autenticidad se discuten después, lo que a veces complica las cosas. En mi experiencia, cuando un cliente duda entre opciones, le explico que el testamento abierto notarial “incluye de serie” esa verificación, y eso evita impugnaciones.

Tipos comunes de testamento

Testamento abierto (con notario): cuándo conviene y cómo se otorga

Es el más usado y, para mí, el más seguro. Lo otorgas ante notario, que lee el contenido, verifica tu identidad y capacidad, y autoriza el documento. La matriz queda en la notaría y se comunica al Registro de Últimas Voluntades (no el contenido, sino la existencia). Ventajas:

  • Seguridad jurídica: el notario filtra cláusulas que chocarían con la ley (legítimas, sustituciones, cautelas).

  • Localizable siempre: no depende de que tu familia encuentre “el papel bueno”.

  • Versátil: permite cláusulas complejas (sustituciones, fideicomisos, legados con condiciones, cautelas para menores, empresa familiar).

¿Inconvenientes? Ninguno relevante para la mayoría. Puede requerir cita y pagar honorarios notariales, pero el coste es bajo frente a los problemas que evita. Un detalle que aplico: cuando hay hijos de distintas relaciones, empresas o bienes en el extranjero, estructuro el testamento abierto con bloques (herederos, legados, liquidaciones, cautelas) y un resumen interno para que todo quede cristalino.

Testamento cerrado: ventajas, riesgos y formalidades

Aquí, tú cierras el contenido y lo entregas sellado al notario, que no lo lee. Él solo autoriza el acto de entrega y custodia. Aporta privacidad extrema en vida, pero tiene dos pegas:

  • Formalidades estrictas: cualquier defecto (en el pliego, firmas, sellado) puede dar quebraderos al abrirlo.

  • Riesgo de sorpresa: como el notario no lo revisa, pueden colarse errores legales o contradicciones internas que luego lo dejen cojo.

Hoy se usa poco. Lo recomiendo solo si hay una necesidad real de secreto y, aun así, prefiero acompañarlo de revisión profesional: la privacidad no debe sacrificar la validez.

Testamento ológrafo (manuscrito): requisitos, adveración y trucos para evitar impugnaciones

El ológrafo es escrito a mano por el testador, firmado y fechado (día, mes y año). Nada de ordenador ni plantillas impresas: letra de puño y letra. Tras el fallecimiento, su validez se juega en un expediente de adveración y protocolización ante notario dentro de cinco años.

  • Íntegramente a mano, con fecha completa y firma al final.

  • Frases cortas y sin tachones; si rectificas, que se entienda perfectamente.

  • Identifica herederos/legatarios con nombre, DNI y parentesco.

  • Respeta legítimas salvo causa legal; si desheredas, expón la causa con sencillez.

  • Conserva el original y avisa a alguien de confianza de que existe y dónde está.

  • Recojo certificado de defunción y el original.

  • Notario competente (último domicilio) abre expediente.

  • Pruebas: pericia caligráfica, testigos de conocimiento; añado notas coetáneas y informes médicos si procede.

  • Resolución: si se declara auténtico, se protocoliza. Si hay impugnación, puede acabar en juzgado.

Mi consejo en una frase (que doy a clientes y repito aquí): si hoy necesitas dejarlo por escrito, haz un ológrafo impecable; y en cuanto puedas, pásalo por notaría.

Testamentos especiales y situaciones excepcionales

Militar y marítimo

Previstos para circunstancias operativas (conflictos, navegación). Se otorgan ante autoridades competentes y testigos, con formalidades específicas y, normalmente, con efectos temporales si no se eleva a escritura a tiempo. ¿Público general? Raramente los necesitará, pero existen por si la vida se pone creativa.

Peligro inminente de muerte y epidemia

La ley prevé que, si no hay notario disponible por urgencia o epidemia, el testador pueda dejar su voluntad con testigos y formalidades mínimas. Son válidos, pero caducan si no se formalizan (se “normalizan”) en plazos breves. En pandemia vimos casos puntuales; en mi despacho, cuando alguien nos llamó desde una UCI, priorizamos soluciones rápidas y, si sobrevivía, regularización inmediata en notaría.

Testamento hecho en el extranjero

Si resides o te pilla fuera, puedes testar conforme a la ley del lugar o ante autoridad consular española. La validez en España suele reconocerse si la forma se ajusta a la lex loci o a convenios aplicables. Cuando un cliente mío tenía bienes en dos países, le propuse testamento coordinado por jurisdicción: uno por cada país, sin contradicciones, con un cláusula de no revocación cruzada.

Cómo elegir el tipo de testamento según tu situación

  • Pareja con hijos comunes y patrimonio estándar: abierto notarial con reparto claro, sustituciones vulgares y previsión para menores (administrador, contador-partidor).

  • Familia reconstituida (hijos de relaciones previas): abierto con cautelas para evitar conflictos; valora legados específicos y usufructo viudal bien medido.

  • Empresa familiar / autónomos: abierto con plan de continuidad (sustituto del administrador, indivisión temporal, retribución por gestión).

  • Patrimonio en varios países: coordinación internacional (evita “testamento paraguas” que revoca el extranjero sin querer).

  • Necesidad de privacidad extrema: cerrado solo si procede; en la mayoría de casos, la confidencialidad práctica del abierto es suficiente.

  • Urgencia o aislamiento: ológrafo como puente hacia el abierto; deja aviso y procede a notaría cuando sea posible.

Errores que veo a menudo y cómo evitarlos (con ejemplos reales)

  • Confiar el reparto a “que ya se entenderán”. No, no se entenderán. Escribe quién hereda qué y cómo.

  • Olvidar las legítimas. Te tumbarán lo que exceda; si hay causa de desheredación, desarróllala y pruébala.

  • No identificar bien a los beneficiarios (nombres comunes, homónimos). Añade DNI y parentesco.

  • No avisar de la existencia del ológrafo. He visto documentos aparecer tarde o nunca.

  • Plantillas copiadas que contradicen tu realidad. El testamento es tu traje a medida.

  • No prever el “después”: adveración, peritos, plazos. En un asunto, anticipé pericia caligráfica y informes médicos; cuando un hermano impugnó por capacidad, ya teníamos todo preparado.

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Preguntas rápidas (FAQ)

¿Qué tipos de testamento reconoce el Código Civil en derecho común?
Abierto, cerrado y ológrafo (comunes), más especiales (militar, marítimo, extranjero) y supuestos extraordinarios por peligro de muerte/epidemia.

¿Puedo hacer testamento conjunto con mi pareja?
En derecho común, no. En algunos derechos forales existen figuras como el mancomunado o pactos sucesorios. Si tienes vecindad civil foral, consúltalo antes.

¿Cómo se valida un ológrafo?
Con adveración y protocolización ante notario: pruebas caligráficas, posibles testigos de conocimiento y, si hay conflicto, juicio. Plazo: cinco años desde el fallecimiento para presentarlo.

¿Puedo desheredar a un hijo?
Solo por causas legales tasadas. Si concurre alguna, descríbela y pruébala; si no, esa cláusula puede caer y provocar más litigio del que evita.

¿Qué pasa si muero sin testamento?
Se aplica la sucesión intestada: heredan familiares por orden legal y con trámites que, por experiencia, suelen ser más lentos y caros que otorgar un buen testamento ahora.

Conclusión: el testamento correcto hoy y tu tranquilidad mañana

Elegir bien no es complicado: si quieres seguridad y paz familiar, testamento abierto notarial. Si necesitas inmediatez o privacidad en vida, usa un ológrafo impecable como puente y regularízalo después. Y si la vida te encuentra en un barco, en un frente o en otro país, la ley también tiene soluciones (especiales o extranjeras) para que tu voluntad no se pierda.

En mi despacho lo resumo así: claridad + legalidad + previsión. Y funciona.